LOCALIZACIÓN

COLEGIO

EL COLEGIO ESTÁ LOCALIZADO EN UN ENCLAVE ÚNICO

. . .

Haciendo esquina con la plaza de la Paja y la calle de Alfonso VI, se encuentra nuestro querido Colegio de San Ildefonso, ya situado desde finales del siglo XIX en el enclave actual. Esta calle fue dedicada al monarca que conquistó Madrid en el año 1085, nombre que se sustituyó en 1878, por su anterior denominación de calle del Aguardiente, pues aquí se podía comprar todo lo relacionado con esta bebida. Existen diversos documentos en el Archivo de la Villa de Madrid, que denotan un nombre todavía más antiguo: la calle de San Isidro, que al parecer, era el camino seguido por el patrón de Madrid, desde su casa a la desaparecida puerta de Segovia.

Tiene su comienzo en la plaza del Alamillo y la forman casas sencillas de 4 alturas, con unas simples barandillas de hierro, entre las que es interesante la nº 8, fechada en 1871, con unos balcones que quizá sean los más antiguos del barrio.

El actual solar perimetral del Colegio de San Ildefonso, estuvo ocupado con anterioridad por el palacio de don Beltrán de la Cueva, perteneciendo desde 1510, a los Luxanes de la Morería y quizá residencia de Juan de Luxán el Bueno. En el siglo XIX, el inmueble era propiedad del conde de Benalúa, pasando después al conde de Revillagigedo.

Fue más tarde el antiguo palacio-residencia provisional de las Salesas Reales, pero se trasladaron del edificio, al ser forzadas a desalojar el monasterio de doña Bárbara de Braganza en 1870. Una vez abandonado el edificio, se realizaron unas importantes obras de reconstrucción y adaptación, -ya que presentaba unas deficientes condiciones en lo referente a la seguridad estructural y a la habitalidad-, para traslado definitivo del Colegio de San Ildefonso y que comenzó a funcionar plenamente en 1884.

En los albores de la década de los años 90, el Colegio de San Ildefonso sufre una remodelación completa, obligada en gran medida, por el estado ruinoso de forjados, tejados y cimientos principales que sustentaban el mismo edificio. En su interior, al margen de las instalaciones propias de su condición, existíó en su momento una capilla neogótica de una sola nave (actualmente Salón de Actos) y algunas obras de arte, en buena parte depositadas por el Museo Municipal. Entre ellas, se puede destacar un Cristo de Antonio Pereda, Santa Ana enseñando a la Virgen, una Última Comunión de Santa Teresa, la Inmaculada y un escudo de armas de España realizado en madera, junto a un grupo de marfil que perteneció al Oratorio Municipal.

A su vez, en 2012, comenzaron otras reformas importantes en el Colegio, porque se llegó a la conclusión, de que el conjunto del edificio se encuentraba afectado por diferentes patologías, que comprometían su estado de conservación y algunos problemas importantes en sus principales elementos estructurales.